Las cadenas son de las piezas mas importantes en el mundo de la joyería. A pesar ser solo un tipo de producto existen un sinfín de combinaciones entre diferentes diseños, acabados, tamaños y calibres. A grandes rasgos podemos destacar como anatomía de una cadena de oro, las siguientes partes
Cierre: Es la parte final de la cadena que se utiliza para abrocharla. Los cierres pueden ser de diferentes tipos, como el cierre de langosta, el cierre de mosquetón o el cierre de broche. Su función principal es asegurar la cadena alrededor del cuello o la muñeca.
Eslabones: Son los componentes individuales que forman la cadena. Los eslabones pueden tener diversas formas, como ovalados, redondos, cuadrados o en forma de V, dependiendo del diseño de la cadena. Cada eslabón se conecta con el siguiente para formar una cadena continua.
Engarces: Las cadenas pueden tener engarces en ciertos eslabones para unir piedras preciosas como zirconias o dijes, los puedes encontrar en algunas cadenas grandes aunque generalmente son más usados en pulseras.
Extensión: Algunas cadenas tienen una pequeña extensión cerca del cierre. Esta extensión permite ajustar la longitud de la cadena para que se adapte cómodamente a diferentes tamaños de cuello o muñeca.
Eslabón final: Es el último eslabón de la cadena que se conecta al cierre. Es importante que este eslabón sea robusto y esté bien soldado al cierre para garantizar la seguridad y durabilidad de la cadena.
Estas son las principales partes que componen una cadena de oro. Es importante prestar atención a la calidad de cada parte para asegurarse de que la cadena sea duradera.
Las cadenas de oro son piezas preciosas y si se cuidan adecuadamente, pueden acompañarte durante toda la vida.
Aquí esta una lista de los tejidos de cadena más comunes que puedes encontrar en nuestras joyerías de CDMX y GUADALAJARA, junto con una breve descripción de cada una:
Cadena Espiga: La cadena espiga está compuesta por sus enlaces en forma de V invertida, creando un tejido elegante y sofisticado. Es una cadena duradera y versátil, perfecta para usar con colgantes o para usar sola.
Cadena Rolo: La cadena rolo se caracteriza por sus eslabones redondos y sólidos. Es una cadena clásica y resistente que se adapta a cualquier ocasión. Viene en diferentes tamaños y puede ser utilizada con o sin colgantes.
Cadena Bizantina: La cadena bizantina es conocida por su aspecto intrincado y detallado. Está formada por una serie de eslabones entrelazados que crean un patrón en forma de zigzag. Esta cadena es elegante y llamativa.
Cadena Fígaro: La cadena Fígaro es una combinación de eslabones largos y cortos. Por lo general, tiene un eslabón largo seguido de dos o tres eslabones más pequeños. Es una cadena clásica y versátil que se adapta a diferentes estilos y ocasiones.
Cadena Ancla: La cadena cable es una cadena clásica y sencilla que consiste en eslabones ovalados o redondos enlazados entre sí. Es duradera y se utiliza con frecuencia para colgantes y pulseras.
Cadena Barbada: La cadena Barbada es una cadena ovalada que se enlaza entre sí de manera uniforme. Cada eslabón es perfectamente simétrico brindando un tejido armónico en cualquier parte de la cadena, es una cadena distintiva, clásica y versátil.
Cadena Torzal: Una cadena torzal es una joya compuesta por dos o más hilos de metal entrelazados en forma de espiral o torsión. Este tipo de tejido crea un diseño elegante y dinámico, ofreciendo una alternativa única a las cadenas convencionales. Su belleza radica en su estructura entrelazada que añade textura y movimiento a la cadena.
Estos son solo algunos de los tejidos de cadena más comunes en joyería, pero existen muchas otras variedades y combinaciones. Cada tejido de cadena tiene su propio estilo y atractivo único, así que no dudes en explorar y encontrar el que más te guste para realzar tus piezas de joyería.